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martes, 14 de julio de 2015

Parque Nacional Talampaya: La joya (demasiado) desconocida del Norte de Argentina


El parque nacional Talampaya es una reserva natural y uno de los siete lugares Patrimonio de la Humanidad declarados por la Unesco en Argentina.

Se encuentra ubicado en el centro-oeste de la provincia de La Rioja. Fue creado en 1975 como parque provincial con el objetivo de proteger importantes yacimientos arqueológicos y paleontológicos de la zona, y en 1997 pasó a depender de la Administración de Parques Nacionales.


El parque ocupa 215 000 ha. Su paisaje de gran belleza, la flora y fauna son característicos del bioma del monte. Es el resultado de movimientos tectónicos, a los que durante milenios se han sumado la erosión del agua y el viento en un clima desértico, con grandes amplitudes de temperaturas, intenso calor de día y bajas temperaturas de noche, con lluvias torrenciales en verano y vientos fuertes en primavera. La altura promedio del terreno es de alrededor de 1300 msnm, y el clima es continental.

martes, 30 de enero de 2007

La Quiaca, la ansiada frontera

Y aqui estamos, tras perder varias horas en los ultimos dos dias para actualizar esto lo maximo posible.

La Quiaca es una ciudad que esta en la frontera con Bolivia, a la que se puede pasar caminando para llegar a la vecina Villazon.

La ciudad en si misma es bastante fea y no tiene nada para visitar. El centro ademas da la sensacion de ciudad fantasma de las pocas personas que pasean por sus calles.

Sin embargo acercarse a la frontera (lo de frontera es un decir pq se puede pasar tranquilamente por el rio que delimita ambos paises y que ahora mismo esta casi seco), es una experiencia increible, tal es la cantidad de personas que cruzan ininterumpidamente de un pais a otro cargados con pesados fardos repletos de mercancias.

Tras dos dias en esta ciudad que increiblemente se ha convertido en un lugar fantastico para reponer fuerzas (mas que nada por el magnifico hostal en el que estamos parando, de nombre Copacabana), mañana cruzaremos definitivamente la frontera y nos sumergiremos de lleno en la realidad boliviana.

Desde aqui quiero aprovechar para dar las gracias a todas las personas con las que me he cruzado en Argentina, empezando por la familia de Vivu que me hicieron sentir como en casa en Buenos Aires, pasando por Marina, Sole, Euge y Samy (o como se escriba) con las que compartimos partes de este inolvidable viaje por el norte de la Argentina, sin olvidarme por supuesto de Gon y Patas (el torrente argentino) con los que tanto me diverti en Buenos Aires, hasta todas aquellas personas con las que me cruce que realmente hicieron que la experiencia haya sido unica.

En Argentina he encontrado un pais en el sorprendentemente nunca me senti extraño y a partir de ahora prometo convertirme en uno de sus mejores embajadores por el mundo, pq realmente su hermosura y la calidez de sus gentes me ha cautivado por completo.

lunes, 29 de enero de 2007

Yavi

Tras nuestro paseito a caballo llegamos por fin a Iruya y sorprendentemente conseguimos billetes para salir ese mismo dia del pueblo rumbo de nuevo a Humahuaca ... y decimos sorprendentemente pq habiamos escuchado aterradoras historias de personas haciendo 6 horas de cola para conseguir un asiento ... Afortunadamente, al menos para nosotros no fueron mas que leyendas y a las 15:30 de la tarde estabamos partiendo hacia Humauaca.

El viaje resulto bastante accidentado, con pinchazo de rueda incluido ...



... pero afortundamente a eso de las 18:30 de la tarde estabamos llegando a nuestro destino, donde tan solo pasamos un par de horas antes de meternos en otro autobus que nos llevo hasta la fronteriza ciudad de La Quiaca.

Pero segun bajamos del mismo, nos metimos en un R12 que nos llevo sin tiempo siquiera para conocer la terminal de La Quiaca hacia el pueblecito de Yavi que todo el mundo insistia que era hermosisimo.

Como llegamos pasadas las 12 de la noche lo unico que hicimos fue buscar un alojamiento, pero estabamos tan cansados que acabamos parando en un lugar donde nos ofrecieron que podiamos tirar lo sacos en el suelo por 5 pesos:


A la mañana siguiente, tras despertarnos a las 6, las 7, las 8, 9, 10 y 11 de la mañana por culpa de un maldito reloj que cada hora hacia sonar a todo volumen una musica espantosa y decia aquello de: "Son las XX en punto de la mañana", nos dispusimos a recorrer esa maravilla de pueblo de la que todo el mundo hablaba.

Que decepcion, Yavi reulto ser un pueblucho polvoriento sin ningun atractivo mas que su humilde iglesia y donde las fotos que sacaron lo mejoran un monton pq todo alrededor de las casas que veis era suciedad y escombros (nota - esta opinion es mas mia que de Vivu que tiene una vision mucho mas benevola del pueblucho este).



Afortunadamente, tras comer algo nos dispusimos a abandonar el pueblo y alli nos encontramos a un tipo que tenia una furgoneta y que se marchaba en ese mismo momento para La Quiaca, asi que nos dijo que no tenia ningun problema en acercarnos.

Tambien nos encontramos con el resto de las chicas, de las que nos habiamos separado en Iruya, pero como el tipo tenia prisa, no pudimos mas que saludarlas un momento y desearles suerte.

Y justo a la salida de Yavi nos encontramos con una especie de feria, asi que paramos un momento para ver de que se trataba:


Resulto ser una celebracion con un poco de retraso del dia de Reyes, gracias a la labor de una especie de asociacion-sindicato de San Salvador de Jujuy que se dedicaba a ir por los pueblos humildes de la provincia haciendo una fiesta y llevando juguetes a todos los niños que podian.

Mientras disfrutabamos de unos dulces con chocolate a los que amablemente nos invitaron, la jefa de todo nos explicaba que muchos de los voluntarios que hacian de payasos para entretener a lo crios antes habian sido criminales o alcoholicos ... Tambien nos explicaron como se financiaba todo esto. Al parecer eran 27.000 socios que ponian una cuota de 4 pesos (1 euro) al año y que cuando estaban escasos iban y le hacian piquete (se plantan delante y no entra ni sale nadie) al ayuntamiento de Jujuy hasta que estos aflojaban la pasta.

San Isidro (Comienza la aventura)

Asi que despues de pasar la noche con la familia Kolla nos levantamos muy temprano a la mañana siguiente, ya que segun nos advirtio Jacinta, la madre, podia ser muy peligroso hacer el camino que llevaba a San Isidro (otra comunidad Kolla a unas 3 horas de viaje al otro lado de una de las montañas que se veian desde San Juan) si se largaba a llover.
En contra de mi criterio, el dia antes le habiamos dicho a Omar el guia que ibamos a hacer el trayecto solos, ya que segun nos habian dicho, una vez que se ascendia el cerro, el camino hacia nuestro destino era muy sencillo.
Asi que ni cortos ni perezosos, a eso de las 8 de la mañana ya estabamos en camino tras los pasos de una de las hijas menores de la familia que nos habia de conducir hasta el lugar donde se iniciaba la ascension a la montaña.



Afortunadamente el dia salio totalmente despejado por lo que se podia hacer el camino sin problemas. No obstante, justo cuando nos estabamos despidiendo, el marido de Jacinta nos solto como el que no quiere la cosa: "Ahhh, por cierto, tengan cuidado pq al inicio del camino hay unos perros medio bravos cuidando un corral ... mejor lleven un palo por si acaso"

Como lo dijo de forma tan desenfadada pensamos que los perritos en cuestion no debian de ser demasiado peligrosos, aunque de todas formas, cada uno nos hicimos con un buen palo por si las moscas.

Tras despedirnos de nuestra diminuta guia que nos dijo que los perros estaban al lado de un corral de chivos cubierto por una lona azul, comenzamos la ascension a la montaña.

No llevabamos ni 10 minutos caminando cuando nada mas acercarnos a la zona señalada, salieron a nuestro paso 2 perros con una actitud mas que amenazante. Uno de ellos era una especie de perro lobo y el otro era un chucho sin raza pero con los ojos inyectados en sangre y echando espuma por la boca y ambos corrian hacia nosotros con lo que a todas luces parecia la intencion de querer desayunarnos alli mismo.

Os juro que fue uno de los momentos de mi vida en los que he pasado mas miedo. De forma instintiva comenzamos a amenazarles con nuestros palos y a gritarles para que se alejaran, cuando, sin previo aviso, nos salio por detras nuestra un tercer perro con intenciones, al menos, tan siniestras como la de los otros dos.

De pronto nos vimos atrapados entre los 3 perros sin posibilidad de avanzar ni retroceder y con los animales cada vez mas cerca nuestra.

A pedradas, sin dejar de amenazarles con nuestros rudimentarios bastones conseguimos que los dos perros de alante se echaran a un lado por lo que nosotros pudimos avanzar un poco por el escarpado camino.

Con el corazon en un puño, gritandole a Vivu que corriera montaña arriba mientras yo no dejaba de lanzarles piedras conseguimos estar en una posicion bastante mas elevada que ellos lo que nos dio un poco mas de confianza en que podiamos salir ilesos de la aventura.

Finalmente, cuando nos alejamos lo suficiente del corral que vigilaban, los animales retrocedieron y nosotros escapamos definitivamente del peligro.

Exhaustos por el esfuerzo realizado nos detuvimos a descansar unos metros mas arriba felices por haber salidos indemnes de tamaña situacion. Tal fue el subidon de adrenalina que tuvimos que no hizo falta que en el resto de la ascension tomaramos las hojas de coca que la familia nos habia proporcionado para que combatieramos "el mal de altura" que podia darnos por subir tantos metros en tan corto espacio de tiempo.

La ascension fue increible y en ella hicimos alguna de las fotografias mas espectaculares de todo el viaje:











Y asi subiendo, subiendo, llegamos coronar el cerro que se interponia entre nosotros y San Isidro. Tan alto estabamos que veiamos a nuestro nivel las nubes que se pegaban a las montañas cercanas y que para desasosiego nuestro empezaban a mostrar un preocupante color negro.




No obstante se suponia que ya quedaba lo mas facil, el descenso hasta el pueblo que ya se divisaba desde las alturas.



Lamentablemente para nosotros nunca encontramos la senda que descendia hasta el pueblo y que al parecer discurria por la cima de toda la montaña hasta llegar a su extremo y bajar por la otra cara facilemente hasta San Isidro (todo esto lo supimos luego cuando estabamos ya a salvo en el pueblo).

Por el contrario lo que nosotros seguimos fue una senda que bajaba abruptamente por la ladera de la montaña por lo que a los 20 minutos de bajar nos dimos cuenta que el camino elegido no llevaba a ninguna parte por lo que buscamos una senda alternativa ... y despues otra y otra mas hasta darnos cuenta que estabamos totalmente perdidos en el medio de la montaña.

La desesperacion se empezo a apoderar de nosotros, mas que nada pq las nubes de las montañas cercanas estaban cada vez mas negras y sabiamos que si se ponia a llover ibamos a estar en un problema muy serio.

Afortunadamente la montaña estaba totalmente pelada por lo que la visibilidad era excepcional. El tiempo iba pasando y nosotros eramos cada vez mas temerarios por la angustia que teniamos de estar atrapados ... Bajamos mil veces y mil volvimos a subir al encontrarnos con un barranco que nos impedia el avance. Nos deslizamos casi verticalmente agarrandonos de los matorrales que cubrian toda la ladera ... Y asi tras varias horas de estar perdidos, al fin vimos una posible salida. A unos 100 metros debajo nuestro vimos un rebaño de cabras (sin pastor) que transitaban lo que parecia un camino. Como pudimos bajamos hasta donde las habiamos divisado y tras seguir bajando vimos lo que parecia un corral de piedras.

No os podeis imaginar la alegria que nos daba cada vez que en la precaria senda nos encontrabamos con una mierda de burro (pensabamos que si el burro habia subido hasta alli es pq debia haber alguna salida).

A todo esto el agua hacia tiempo que se nos habia acabado por lo que la sed empezaba a ser seria aunque ya estabamos mucho mas tranquilos pq habiamos descendido un monton y el camino no parecia ya tan dificil.

Tras otra hora de camino por fin conseguimos bajar hasta el rio que pasaba al lado de San Isidro.



Este tb se quedo atrapado, pero no tuvo nuestra suerte

Desesperados por conseguir agua tras unas 4 horas y media de aventura, logramos llegar hasta el pueblo donde encontramos un comedor donde recuperar fuerzas ... Nos bebimos dos botellas de litro y medio de agua en un instante y de repente nos dimos cuenta de que habiamos vuelto a la civilizacion ... en el mismo lugar que nosotros habia un monton de mochileros bonaerenses en su mayoria comiendo y algunos de ellos pidiendo la comida de esa forma que tienen los algunos porteños, que si no fuera pq estas viendolos delante tuyo podrias llegar a pensar que estan organizando el reparto de comidas en un proyecto de ayuda humanitaria en el Congo: "Chicos, pongamoles toda la onda y repartamonos por sectores pq hay gente que no ha ingerido comida desde hace varias horas y es imprescindible que organicemos esto pq la infraestructura del lugar es precaria y puede que demore mucho tiempo la salida de viveres" (mas o menos textual de la conversacion que escuhe en aquel comedor =P)

De todo lo anterior hemos sacado dos enseñanazas fundamentales:

1a. En los momentos de angustia no hay que dejar llevarse por la desesperacion, sino tener la cabeza fria y buscar las posibles soluciones a los problemas

2a (y mas importante). No vamos a volver a ir sin guia ni a la vuelta de la esquina (Ehhh Vivu?)

Tras saciar el hambre y la sed encontramos un alojamiento baratisimo: 5 pesos en una habitacion para nosotros solos con dos camas. Yo por supuesto me dormi el resto de la tarde, mientras Vivu (creo) que se fue a pasear por el pueblo a sacar algunas fotos.







Para que os hagais una idea, cuando crece el rio, que en la foto
parece un simple hilo, ocupa todo el ancho del cauce que se ve en
la imagen arrastrando rocas de todos los tamños.
Esto ocurre con muchisima frecuecia en verano ya que es la epoca
de lluvias.


El caso es que tras un par de horas de sueño redentor me desperte y al salir de la habitacion me encontre a Vivu charlando animadamente con dos personas, que resultaron ser un PAYASO de Bilbao y su novia argentina.

Lo de payaso lo pongo en mayusculas pq lejos de querer insultarle quiero dejar clara mi envidia por haber conocido a una persona con una profesion tan hermosa como la de payaso. Alli sacaron los bolos y las pelotas y acompañados de Vivu con sus cariocas se pusieron a hacer malabares increibles que hicieron las delicias de los niños de la casa en la que parabamos.

Lastimosamente no sacamos ninguna foto de ese encuentro ni de la cena posterior que compartimos junto a ellos y a un medico recien titulado de Buenos Aires, a la luz de las velas de un humilde comedor, bajo una tormenta intensisima y disfrutando de unas deliciosas empanadas acompañadas de unas Quilmes que definitivamente podrian haber estado mas frias.

A la mañana siguiente nos despertamos temprano de nuevo pq estabamos tan cansados que habiamos decidido hacer la vuelta de San Isidro a Iruya en caballo de lo cansados que nos habia dejado la paliza del dia anterior, y la unica forma de hacer la excursion era saliendo antes de las 9:30 de la mañana.

Asi que por primera vez en mi vida tuve la ocasion de verme a las riendas de un caballo (a Vivu le dieron una mula) en un paseo inolvidable por el cauce del rio de Iruya.





Aqui ademas deberia ir un video conmemorativo de tan señalada ocasion, pero problemas tecnicos (de momento) lo impiden.

Y asi, cabalgando, llegamos a Iruya y dimos por finalizados los dos dias mas intensos de lo que llevamos de viaje.

San Juan de Iruya

Como nosotros no nos ibamos a conformar con hacer lo que hace el 99% de los turistas e ir a visitar la cercana ciudad de San Isidro, ni cortos ni perezosos, la tarde de nuestra llegada a Iruya arreglamos con un guia local para que nos llevara a la población de San Juan a unas 4 horas y media caminando (y a la que solo se podía ir a pie pq no existía carretera alguna que condujera a ella), para lo que al día siguiente nos dimos un madrugón considerable y nos pusimos en marcha.

El camino a San Juan resulto ser una maravillosa experiencia en la que transitamos por increibles paisajes totalmente rodeados de montañas y disfrutando de la compañía del no excesivamente comunicativo Omar, nuestro guia, natural de la ciudad a la que nos dirigíamos:



Entre la poca información que le sacamos, estaba la de que en San Juan solo vivían 12 familias (todas ellas Kolla) para una población aproximada de 70 personas y que estaban totalmente incomunicados, sin electricidad, y obteniendo de fuera simplemente los productos que se podian llevar a lomo de burro desde Iruya.

Nos contó que cada familia se autobastecía con lo que les daba la tierra que plantaban y con el ganado que poseían.

Y así, caminando caminando, con Omar siempre al frente llegamos exhaustos a San Juan ...





... donde nuestro amable guia nos dirigió hacia la casa de la unica familia que ofrecía alojamiento a los turistas, la de la familia Zambrano - Ramos.

La experiencia en San Juan fue absolutamente impagable. La familia, compuesta por un matrimonio y sus 5 hijos (el mayor de unos 12 años) nos acogio de forma maravillosa. Comimos las deliciosas comidas que preparaba la señora sin dejar de sentirnos un poco incomodos pues nosotros lo haciamos en una mesa en nuestra habitacion mientras que ellos lo hacian en el suelo, vimos como los mas mayores ayudaban en tareas realmente duras: es increible ver como un crio que apenas te llega por la cintura despelleja un carnero recien carneado o como una pendeja de 7 años domina a pedradas perfectamente a 5 chivos y una oveja.

Tras pasar todo el mediodia y gran parte de la tarde paseando y admirando las montañas fuimos a hacer unas fotos del pueblo y os juro que por momentos nos sentimos como extraterestres, ya que literalmente eramos los dos unicos turistas que paseaban por sus calles y era graciosisimo ver como los niños nos seguian y cuando les mirabamos se escondian para que no les vieramos.

Eso si hubo una cria que nos abordo y nos pidio que le sacaramos una foto y luego despues nos pidio que le dejaramos la camara para que ella hiciera alguna. Os juro que era emocionante ver como la niña, que se llamaba Ayelene, miraba absolutamene incredula de que lo que ella veia en la pantallita de la camara de Vivu y lo que habia detras de la lente era lo mismo. No os exagero si digo que la cria saco 50 fotos en 15 minuntos. Todo le llamaba la atencion, desde un burro hasta su diminuto (aunque bravisimo) perro Pichi y todo lo inmortalizaba en una instantanea. La mentablemente la conexion es tan mala que no puedo subir mas fotos pero prometo que en el futuro pondremos alguna de las fotos que hizo la niña.

Tras todo esto nos dirigimos hacia la casa en la que parabamos acompañados de Ayelene que al parecer era familia directa de nuestros anfitriones. Nos extraño mucho saber que su madre no la dejaba ir a visitar a sus tios pq el dia antes nos habian estado contando que la comunidad Kolla era una piña y sin embargo en el lugar mas representativo de dicha comunidad ocurria esto. Y mas nos choco que al encontrarnos con su tio, que nos saludo a nosotros calidamente, no tuvo ni una mirada, ni una palabra para su sobrina.

Con un poco de sabor agridulce volvimos a la casa donde le preguntamos a Jacinta, nuestra anfitriona si siendo solo 12 familias tenian algun tipo de organizacion para coordinarse en lo que plantaba cada uno y su respuesta nos dejo helados cuando nos dijo que en el pueblo nadie se preocupaba por nadie, que no tenian ningun tipo de coordinacion y que si algun dia necesitaba ayuda para plantar unas simples patatas, tenia que pagarle a algun vecino pq de lo contrario nadie se la prestaba.

Todo esto nos choco con lo que nos habian contado en Iruya y nos dejo un poco tristes, aunque la tristeza se paso en cuanto aparecieron los niños de la familia y estuvimos juganodo con ellos a mil cosas hasta que se hizo tan de noche que no veiamos nada.



Cuando la cena estuvo lista, nos sorprendimos disfrutando de un maravilloso guiso de arroz y cordero a la luz de las velas (recordad que no habia electricidad en todo el pueblo), sintiendonos felices por estar en un lugar tan sencillo y especial.

A la mañana siguiente nos despertamos muy temprano con la intencion de ir a la vecina poblacion de San Isidro (sin sospechar la aventura que iba a suponer eso) y antes de partir nos hicimos una foto con Jacinta, la madre de esta increible familia, que tan bien nos habia acogido y los hijos que a esa hora estaban despiertos.





Estamos muy agradecidos a todos ellos por hacernos sentir tan maravillosamente bien en un lugar tan lejano, por su hospitalidad y por todas las cosas que nos contaron y de las cuales aprendimos tanto.

Iruya, la puerta de la comunidad Kolla

El viaje en autobus para llegar a la ciudad de Iruya es una experiencia en si mismo. Pese a que son poco mas de 150 kms los que separan esta poblacion de Humahuaca, el viaje dura unas 4 horas (si no hay inconvenientes claro) y discurre por unos parajes de ensueño. Todo va mas o menos tranquilo hasta que a unos 50kms de Iruya, a la altura de una poblacion llamada Hipolito Irigoyen, el bus se aparta de la ruta principal y empieza a recorrer por pistas de tierra todo el camino restante. En hacer estos 50 kms se tarda mas de dos horas y se va siempre con el corazon en vilo pq da la sensacion de que en cualquiera de las curvas uno se va a despeñar por los impresionantes barrancos junto a los que se circula.



Finalemente uno divisa la maginifica ciudad de Iruya y lo que se despliega ante sus hojos es una imagen de la belleza de la siguiente:



Esta poblacion que ha experimentado un crecimiento espectacular en los ultimos años esta literalmente encajada entre montañas a las orillas de un rio que normalmente no es mas que un hilo de agua pero que cuando llueve crece de una forma espectacular y en muchas ocasiones devastadora con todo lo que encuentra a su paso. Es absolutamente maravilloso subirse a un mirador que hay a escasos 20 minutos de la ciudad para apreciar toda la belleza del paisaje:



La poblacion autoctona de Iruya desciende directamente de los Kolla que moraron a sus anchas por estos parajes hasta la colonizacion española y como parte del imperio Inca.

Fue muy interesante acudir a la proyeccion de la pelicula Rio Arriba, una obra que habla de como la comunidad Kolla de la region se fue debilitando y destruyendo y que pese al entusiasmo general que ocasiono en la sala a mi me dejo medio frio ya que me cuesta mucho creer que simplemente pq se instalara un ingenio azucarero a varios cientos de kms de las poblaciones Kollas estas se vinieran abajo de la forma en que lo hicieron sin ninguna otra causa aparente. Me resultaria increible pensar que que es tan facil destruir una organizacion social milenaria, pero lo cierto es que esa es la tesis de la pelicula.

Tambien me llamo mucho la atencion el hecho de que vieramos la pelicula en una asociacion que lucha por restaurar la cultura perdida de los Kolla (e integrada exclusivamente por ellos) en las que todo el tiempo nos hablaron de lo unida que estaba la comunidad y de lo desapegados que estaban al dinero y sin embargo nos cobraran 4 pesos (que alli es un monton de dinero) por persona por asisitir a la proyeccion en una simple television y que tras acabar la pelicula vendieran empanadas y pasaran la gorra para colaborar con ellos. Habia mas de 100 personas facil en la sala y cada uno le sacaron lo minimo 5 o 6 pesos y me consta que esto se repite cada dia asi que los beneficios netos son bastante importantes ... aunque si todo es por el bien de la comunidad: bienvenido sea.

Humahuaca

Tras la intensa aventura de Tilcara, llegamos una tarde a Humahuaca, ciudad en la que pasariamos un par de dias bastante relajados.

Humauaca es una ciudad de tamaño considerable (unos 9000 habitantes) que es parada obligada para todos aquellos que quieran dirigirse a Iruya (como era nuestro caso) en autobus.

La ciudad es bastante limpia y tranquila y para nosotros represento un lugar ideal para descansar tras los agitados dias en Tilcara.

El monumento mas representativo de la ciudad el "de la independencia", una enorme obra desde la que se puede divisar toda la ciudad que representa a un monton de indigenas alzandose contra la opresion de los españoles.




Mirando en sentido contrario, se tiene como ya he dicho, una espectacular vista de la quebrada de humahuaca con la ciudad del mismo nombre a sus pies.



Aparte de eso ese muy agradable pasear por sus calles de estilo colonial y visitar el Cabildo y la hermosa iglesia que posee.



El cansancio (y tambien el mal tiempo que nos hizo) nos impidio conocer mas a fondo esta hermosa ciudad de Jujui, si bien nos llevamos un grato recuerdo de los dias que pasamos en ella.

Finalmente os dejamos una foto de la curiosa postal que se mostraba ante nosotros cuando abriamos la puerta de la habitacion del hostal en el que estamos parando que a nosotros personalmente nos encanta.

Tilcara

Tras un breve viaje en bus desde Purmamarca llegamos a Tilcara que como deciamos antes estaba en plena celebracion del enero tilcareño: un festival donde la musica se apodera de todos los rincones de la ciudad a ritmo de folclore principalmene y que cuando nosotros llegamos estaba en su cenit, pues era viernes por la tarde y el festival terminaba el domingo.



Tras un breve paso por la oficina de turismo donde nos indicaron un par de lugares donde podiamos alojarnos, acabamos llamando a la puerta de una casa a un par de calles escasas de la plaza del pueblo. Nos abrio Cesar, el dueño de la casa y tras una dura negociacion por parte de Vivu acordamos que nos quedabamos en la cochera que el tipo tenia perfectamente acondicionada por el modico precio de 17,5 pesos la noche.

La habitacion era para compartir con dos chicos de Cordoba: Carlos y Javi. Dos autenticos fenomenos con los que mas tarde pasariamos una noche inolvidable y a los que el dia que vuelva por Argentina sin ninguna duda ire a visitar a su ciudad, de la que todo el mundo habla maravillas (pero no a Carlos Paz a donde al parecer van todos los porteños pelotudos que hay en el mundo jeje ... Saludos amigos, si algun dia pasais por España no dudeis en avisarnos)



Pero vamos por partes. La primera noche que pasamos en Tilcara nos fuimos a una peña a cenar (alli probamos por primera vez la carne de llama) y despues estabamos tan cansados que tras estar un ratito en la plaza viendo a las murgas nos fuimos a dormir directamente.

El dia siguiente lo empleamos para descansar pues veniamos muertos de tanto dormir en carpa y lo pasamos casi entero durmiendo hasta por la tarde que estuvimos un rato con el resto de las chicas que habian decidido parar en un camping.

Cuando volvimos a la casa de Cesar, esta estaba llena de sus familiares y amigos, alguno de los cuales para esa hora ya habian tomado un "par" de cervecillas. El caso es que nos acogieron de maravilla y nos invitaron a comer pollo en escabeche y a beber con ellos. Todo fue muy divertido hablando sobre mil y una historias y tomando cerveza y calimocho (que me entere que por el Norte y la zona de Cordoba tambien le dan duro, aunque en este ultimo lugar lo llaman "rifle")



Al del sombrerito del centro que se llamaba Jose y era oriundo de San Salvador de Jujuy le prometi que el dia que volviera a España le iba a enviar una camiseta del Real Madrid para su hijo, asi que espero que el tiempo no me haga faltar a mi palabra.

El caso es que ya un poco entonados nos fuimos con los dos cordobeses a cenar algo y a comprar Fernet (que es como el Martini pero con sabor amargo y que por toda la Argentina causa sensacion mezclado con CocaCola) y despues volvimos a la casa donde nos unimos a unas chicas de Tucuman que tambien estaban parando alli ... y ese fue el principio del fin pq una de ellas saco una de esas pipas gigantes que se les pone algun liquido abajo y se mezcla con tabaco (o lo que proceda jeje) que al parecer habia traido de un viaje suyo por Israel. Y yo que nunca he fumado ni un simple cigarrillo pues os podeis imaginar como acabe tras (siempre segun version de los cordobeses pq yo no me acuerdo de nada y Vivu no estaba presente) fumar demasiado y demasiado rapido ... De lo que si que me acuerdo es de estar vomitando por el balcon de la casa y de como me llevaron a dormir absolutamente amarillo ... Lamentable estampa, para que nos vamos a engañar, aunque por lo menos me sirvio para cogerle aun mas, si cabe, aversion a todo lo que suponga meterse humo en los pulmones.

Milagrosamente a la mañana siguiente me levante sin nada de resaca asi que decidimos ir a visitar la Garganta del Diablo (me pregunto cuantas gargantas con ese nombre habra en el mundo), para lo que tuvimos que caminar mas de dos horas por parajes tan hermosos como el de la foto de abajo.



En la ultima parte del recorrido tuvimos como guias de excepcion a tres chicos de San Salvador de Jujui que ademas de llevarnos hasta la cascada nos contaron un monton de cosas interesantes sobre la zona y sobre Jujui. Las fotos que saco Vivu con su camara son absolutamente impresionantes, pero dificultades tecnicas (este ciber es una mi...) me impiden subirlas asi que si algun dia tenemos tiempo ya las colgaremos.

Con mi maquina apenas saque este par de fotos, una de Vivu con los jujeños y la otra de la cascada que creo que esta bastante aceptable.



A la mañana siguiente, antes de partir hacia Humauaca visitamos el Pucara (con tilde en la ultima a) de Tilcara. Un Pucara es una fortaleza defensiva en lo alto de un cerro a cuyos pies se asentaban las poblaciones indigenas antes de la reconquista (en las ruinas de Quilmes ya habiamos visitado uno). La visita al Pucara nos tenia reservada una sorpresa y es que, recien llegamos nos invitaron a ver una capada de caballo.



El de arriba es el pobre animalito al que le estan preparando para hacerle la "gracia" de su vida. Tenemos incluso un video de la "ceremonia", pero es tan escatologico que en nombre del buen gusto vamos a a abstenernos de subirlo a la red.

Tras salir con un mal sabor de boca enorme por el espectaculo al que habiamos asistido nos dispusimos a ver el Pucara propiamente dicho. El de Tilcara es mucho menos espectaculara que el de Quilmes, pero aun asi merece la pena visitarse si se pasa por esta ciudad jujeña:

Ademas siempre se puede conocer a gente interesante como la señora de la foto de arriba que demostrando una sabiduria increible, se dio cuenta un dia que no tenia nada interesante que decir y desde entonces permanece callada.

Ademas, en el mismo recinto, se encuentra un "jardin de altura" con infinidad de cactus diferentes y otras plantas tipicas de lugares elevados como Tilcara (que esta a mas de 3500 metros sobre el nivel del mar) y donde Vivu se sintio feliz con tanrtos amiguetes cactus rodeandola =D

Y poco mas daba de si la ciudad. Asi que tras recoger nuestras cosas de la casa de Cesar enfilamos camino de la estacion de autobuses con tiempo eso si para hacernos una foto con la bandera Whipala (que es la de los pueblos indigenas que pertenecian al imperio Inca ante de la llegada de los españoles y que corresponderian a los territorios que van desde Ecuador al norte de Argentina).