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jueves, 4 de octubre de 2012

Chichén Itzá; una de las "nuevas" maravillas del mundo.

A unos 50 kilómetros de la ciudad de Valladolid, la tranquila ciudad en la que habíamos establecido nuestro campamento base, se erigía y erige la soberbia Chichén Itzá (que en castellano se traduciría por algo así como la "Boca del pozo (Chichén) de los brujos de agua (Itzá)", centro ceremonial que data del siglo XII y que en 1988 fue designado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Hoy por hoy el sitio arqueológico de Chichén Itzá es quizás el más conocido de todos aquellos que han sobrevivido el embate del tiempo de los que en su momento pertenecieron a la civilización Maya, teniendo buena parte de culpa de que esto sea así el que en su interior se ubique la pirámide de Kukulcan, que puede ser considerada, sin duda, como uno de los iconos más reconocibles de todo México:


Pirámide de Kukulcan

Kukulcan era el el dios al que estaba consagrado toda la ciudad de Chichén Itzá, que en teoría se correspondería con el dios Quetzalcóatl (literalmente Serpiente emplumada) de los toltecas, lo que explicaría la razón por la que por todo el sitio arqueológico se pudieran ver gran cantidad de símbolos representando a éste animal:


 

Si bien la pirámide es, como ya comentábamos, uno de los monumentos más reconocidos de la cultura maya (incluso llegó a ser designada como una de las 7 nuevas maravillas del mundo en el "concurso" que en 2007 organizó la New Open World Corporation), en realidad no es ni con mucho la estructura maya más espectacular de cuantas nos encontramos en nuestro viaje. Tal honor correspondería sin duda a la pirámide de Tikal que unos meses antes habíamos visitado en Guatemala que con una altura de 64 metros (por los apenas 30 de ésta) realmente logró impactarnos muchísimo más que la consagrada al dios serpiente.

En todo caso, los 91 escalones de cada una de las 4 caras de la construcción, que por cierto no nos permitieron subir, eran suficientes para dotar a la misma de una altura y una belleza majestuosas:


Afortunadamente para el que la visita, los tesoros de Chichén Itzá no se limitan, ni con mucho, a la pirámide de Kukulcan. Entre los elementos que completan el sitio arqueológico es imperdible el detenerse a admirar los restos del edificio que se conoce como "El Caracol", del que se tienen evidencias que era utilizado por los mayas como observatorio astronómico:




Otro de sus edificios más famosos es el conocido como el "Templo de los guerreros" o "de las 1000 columnas"; edificio muy similar al templo B o de Tlahuizcalpantecuhtli que se encuentra localizado en el Tula, la capital de los toltecas, lo que podría indicar que ambos fueron construidos para representar algún tipo de relación entre ambos imperios:






Sin duda, digno de destacar para un amante del baloncesto como es el que escribe esta líneas, es el complejo conocido como "Juego de pelota", una enorme cancha destinada a la práctica de un deporte ritual conocido en nuestros días como "juego de pelota mesoaméricano" que consistía, según se cree, porque no existen evidencias concluyentes, en conseguir mantener en juego, sin que cayera al suelo, una pelota de un material similar al caucho, el mayor tiempo posible, sirviendo los aros vertícales adosados a las paredes para ganar el juego de forma automática. Aunque tampoco se sabe a ciencia cierta, se cree que en ocasiones, los participantes que caían derrotados, podían ser sacrificados en honor de alguna divinidad:




Finalmente es digno de destacar, más por su valor histórico, que por razones estéticas, el "Cenote sagrado", una especie de laguna natural que en su momento se cree que fue lugar de peregrinación habitual de los mayas y en el que se han encontrado evidencias de que se realizaban sacrificios de animales y humanos como partes de rituales religiosos:


Y tras la visita al cenote, no sin antes descansar aprovechar para descansar un poquito "a la fresca", dimos por finalizada nuestra visita a Chichén Itzá  empezando a planear la siguiente etapa del viaje, que habría de llevarnos a las fantásticas playas del Caribe que se pueden encontrar en la Riviera maya: